viernes, 11 de junio de 2010

El “boca a oreja” : ¿Amenaza?, ¿Oportunidad?

Las buenas noticias y las malas noticias corren como la pólvora. Una buena noticia nos hace subir como la espuma y una mala nos puede llegar a hundir en lo más profundo del mar.

Debido al impacto que la redes sociales están teniendo en nuestras vidas y nuestros negocios, una buena acción puede tener un efecto contagioso que se vea traducido en una buena publicidad de lo bien que lo hacemos en nuestra compañía, de lo bueno que es el servicio que damos a nuestros Clientes, de que nuestros productos son los mejores, de nuestra buena reputación, de lo que representa nuestra marca, etc.

Pero también cabe que se de el efecto contrario, que se traducirá en un desprestigio de nuestra marca y nuestra compañía en el mercado, situación muy peligrosa que es muy difícil controlar y cuyas consecuencias pueden ser drásticas para nuestro negocio.

Son muchos los esfuerzos que tenemos que realizar para que nuestra marca se posicione en el mercado, con todo lo que ello engloba ( una filosofía, unos valores, una identidad, etc), y muchas veces, por una mala acción, que en ocasiones puede ser simplemente resultado de un hecho aislado, todo nuestro esfuerzo se puede venir abajo.


Como decía al comienzo de este post, si las buenas noticias se divulgan con mucha celeridad, las malas noticias corren a la velocidad de la luz.

Si esto ya supone un peligro fuera de las redes sociales, dentro de estas el efecto viral acentúa el peligro, además de las intromisiones (como le ha pasado recientemente a la multinacional BP a través de Twitter), como le ocurrió a Domino’s Pizza cuando dos de sus empleados colgaron un vídeo en YouTube donde jugaban de manera antihigiénica con la comida que supuestamente estaban preparando. Una broma que vieron millones de personas y generó enfados, querellas y un impacto tremendamente negativo a la imagen de la cadena.

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